viernes, 11 de febrero de 2011

Censura en China…, y en México también

Todo mundo sabe que en China existe censura. Censura en el Internet (Youtube, Facebook, Twitter, blogs). Censura en la calle (imposible ver una manifestación en China, y si alguien se atreve, seguro le espera la cárcel o la muerte). Censura en los medios (cuidado con hablar mal del Partido o de los políticos; y cuidado con hablar bien del Dalai Lama, los disidentes o de Taiwán como una nación independiente). Pero hace unos días se llegó a lo inaudito.

La semana pasada platicaba con un amigo, colega en la radiodifusora donde trabajo, acerca de la censura que hay en este país, y escuchaba, con asombro, sus palabras: “el gobierno chino ha dado la orden de bloquear las noticias sobre Egipto”.

Yo con el “Jesús en la boca” (como diría mi madre) eché pestes sobre las decisiones del gobierno y del Partido Comunista de China. “¿Cómo es posible?, ¡a qué grado han llegado!, ¡eso no puede pasar en un país que pretende ser de primer mundo!, ¡mi país está jodido en muchos aspectos pero hay una mayor libertad de expresión”. Eso le dije a mi amigo, y de repente ¡tómala, barbón!, corren a Carmen Aristegui de MVS Radio en un terrible acto de censura. Hoy camino con la cabeza gacha por la pena.

En China, el autoritarismo del gobierno no tiene parangón. Por eso, con la mano en la cintura puede censurar lo que le venga en gana. Incluso ha gastado millones de dólares para levantar los ladrillos virtuales de la gran muralla del Internet o el gran cortafuegos.
Gran Muralla China de Internet

Este muro del ciberespacio es capaz de filtrar pornografía y piratería,  pero también opiniones de disidentes, quejas de ciudadanos por la corrupción de algunos gobernantes, manifestaciones de apoyo al movimiento separatista del Tíbet, páginas de grupos como el Falun Gong (organización civil contraria al gobierno chino, apoyada por Estados Unidos) y toda la información en chino e imágenes relacionadas con la masacre de Tian’anmen, ocurrida el 4 de junio de 1989 (equivalente al 68 en México).

Pero lo último fue el bloqueo de la información que se genera en chino sobre lo que ocurre en Egipto. En otros idiomas no existe tal censura, pero la inmensa mayoría de los chinos no sabe hablar o escribir en otra lengua que no sea la suya, así que el acceso a la información sobre este tema es limitado para ellos. Ver nota de El País.

¿Y por qué se da el bloqueo a la información sobre Egipto? Porque el Partido Comunista de China no quiere que el gallinero se le alborote. En el país africano la gente salió a las calles para exigir que Hosni Mubarak, dictador encumbrado en el poder desde 1981, deje la silla presidencial. Y en China, el Partido controla el destino de la nación desde 1949, y no se ve para cuándo podría soltar las riendas.

Y claro, hay muchos chinos inconformes con su gobierno y su estilo autoritario. Hay muchos más que no saben de política, pero que padecen de pobreza en el campo y ven cómo la gente que vive en las ciudades se enriquece más y más. Otros que están molestos por la ausencia de derechos humanos y de libertad de expresión. En otras palabras, China es un polvorín en ciernes.

Por eso el gobierno censura la información, para evitar que la gente se entere de muchas cosas y comience a organizarse en su contra.

Aunque claro, la gente no es tonta. Aunque hay censura, los chinos saben lo que está pasando en su país. El problema es que la mayoría no tiene ganas de hacer nada. Les han quitado de los genes la rebeldía, la protesta, el reclamo. Y como, bien que mal, a todos les ha tocado una rebanada del pastel llamado milagro económico chino, prefieren seguir como están. ¿Vil conformismo o será que ellos están bien y los “occidentales” estamos errados y queremos vivir siempre en el conflicto?

Sea como sea, creo que es importante que un país deje de tratar a su población como menores de edad. Los chinos merecen conocer todo lo que pasa en su territorio y en el mundo entero, sin cesura.

Y los mexicanos también, dicho sea de paso. Por eso es de aplaudir que existan figuras como Carmen Aristegui, una periodista seria, comprometida y honesta. Lamentablemente, en México también existe censura, y prueba de ello es el despido de la periodista de MVS Radio, simplemente por tocar un tema que está en boca de todos: el presunto alcoholismo del presidente Felipe Calderón.
Carmen Aristegui
¿Qué provocó el despido? ¿Fue una llamada de la Presidencia o el miedo de los dueños de MVS de que no le renovaran sus concesiones para el Internet de banda ancha? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Lo único que queda claro es que la salida de Aristegui es un golpe tremendo a la libertad de expresión en México, un retroceso hacia aquellas épocas en que el PRI era una especie de Partido Comunista de China.

Por eso hay que estar en contra de la censura en China, en México y en cualquier lado.

Por eso expreso mi apoyo a Carmen Aristegui. Y por eso uso un VPN para subir textos a este blog.

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